NOTAS

notas…

A través de la escucha y la espera somos capaces de percibir el sonido de la vida, la danza que fluye desde los orígenes del tiempo y que nosotros recreamos físicamente, abusando del peso y la respiración, tensando la barrera entre el deseo y la memoria

 

Descubrir, practicar y saber elegir en cada momento la mejor manera de actuar con nuestro entorno y así dejarnos absorber por lo que sucede y aportar a cada instante una repuesta eficaz y sincera. La improvisación nos muestra que todo esta sucediendo ya y que nada de lo pretendemos podemos planearlo o conservarlo para siempre.

Nada nos complace mas que dejarnos caer con suavidad por una corriente estable y segura. Sentirnos conectados al fin con el fluir constante y preciso del tiempo en el espacio.

Vamos a sacrificarlo todo incluso a nosotros mismos en busca de algo que en el tiempo ya no existe. Si en algún lugar podemos percibir que somos parte de este mundo es en nuestra danza.

El CI es una búsqueda y un descubrimiento constante.

A través del movimiento, emprendemos un viaje hacia el mundo de las percepciones, lejos del

pensamiento, del juicio y la especulación. Un viaje hacia el interior que nos

va a permitir conocer más de nosotros mismos y nuestras intenciones.

Al mismo tiempo el CI es una forma de danza, una estrategia para expresarse con el cuerpo

donde confluyen la respiración y la escucha para crear la armonía.

Y divertirse … porque el Contact es también un juego, un juego donde el equilibrio es la pieza

fundamental. Pero el equilibrio no está solamente en el cuerpo, también está en el tiempo.

Así, queremos encontrar un lugar y un tiempo en común donde crear de forma espontanea una

música entre los dos. Una melodía de movimiento esparcida por las coordenadas del tiempo y el espacio…

El CI nace con la intención de ayudarnos a conectar con los demás y con el entorno.

El CI es un gesto de supervivencia, la búsqueda de una estabilidad compartida, de lo sostenible,

de lo que es extremamente eficaz y sencillo al mismo tiempo.

El CI quiere representarnos de la forma mas sincera y acercarnos a la naturaleza, confundirnos

con ella, ser parte de ella…

El CI es una exploración meticulosa de la anatomía humana y una reflexión al mismo tiempo.

Es precisamente viajando hacia dentro, hacia la escucha de nuestras sensaciones, que vamos a conectar más fácilmente con los demás.

Cuando analizamos los cambios, mecánicas y dinámicas del peso, podemos captar los ritmos que se generan y percibir la musicalidad de cada danza.

Otorgándoles cualidades específicas durante la danza y definiendo los extremos opuestos de cada gesto, podemos generar roles que nos lleven a un diálogo vivo e interesante.

Movimiento pendular, suspensión, retorno, contracción, expansión, espiral… Profundizar en las mecánicas del movimiento para descubrir la dramaturgia implícita en cada acción.

Transitar entre la intención y la escucha, entre la dirección y la inercia, entre la presión y el soporte… Basando nuestro lenguaje físico en la claridad de esta alternancia, tanto en el propio cuerpo como en la danza compartida.

Mantengo mis ojos abiertos para percibir la luz, no sólo para ver sino para escuchar. De esta forma, la información actúa en mi cuerpo como soporte, generando una respuesta eficaz y sensible, no mental ni condicionada socialmente.

Sintonizándome con el todo desde mi atención física, formando parte y al encuentro de la naturaleza, hasta desaparecer en ella.